miércoles, 5 de mayo de 2010

DECISIÓN DE ANDREA

Me llamo Andrea y tengo 21 años,soy argentina y el 13 de enero de 2008 me enteré que estaba embarazada mediante un test casero de embarazo. No podía contener mi alegría, pero también mi tristeza. Ya que provengo de una familia económicamente estable, pero también de esa clase de familia que no acepta un error como éste; por el que dirán.
Mi novio y yo queríamos mucho al bebé y pensabamos que mi familia nos ayudaría, porque los dos estamos desempleados. Así que me decidí el 14 a hablar con mi madre, ella me dijo que iba a hacer y yo le respondí que lo quería tener. Y su respuesta fue pensalo bien, unas horas más tarde le dije que ella hablara con su amiga que sabía el número de un médico muy especializado en casos de aborto, tuve que decirle esto porque solamente atinó a decirme que no quería que lo tuviera; y también para ver si se había arrepentido,pero no. El día 16 viaje a la ciudad en donde vive el médico que me lo practicaría, allí me hicieron una ecografía y me dijieron que estaba de 8 semanas y 2 días, y me realizó tacto vaginal y otras cosas más, ahí programó la cirugía que sería al día después y el costo.
Mi madre nunca me habló sobre si estaba arrepentida, solamente hablaba con mi prima (que viajó con nosotras) diciendo que para ella era mejor hacer esto. En cambio yo, me sentía tan mal, no podía hablar, ni pensar, ni reír, me sentía y me siento como la asesina de mi hijo. Era mi primer embarazo y con él mi ilusión y mi vida, ya que con mi novio lo queríamos desde hace bastante, pero llegó justo en el momento en que peor situación económica nos encontramos. Bueno ese día de la cirugía (17 de enero) me realizaron anestesía general, ya tenía idea de todo lo que me harían porque había estudiado durante poco tiempo para ser instrumentista quirúrgica. Y cuando desperté de la anestesía, le terminé agradeciendo a la anestesista porque no me habían matado a mí también. Fue horrible ese momento ya que al despertar ni sabía que hacía ahí, pero cuando recapacite solamente lloré y lo sigo haciendo hasta el día de hoy. Tengo todavía sangrado post aborto, y muchos dolores de útero y vaginales. Pero más me duele el corazón y el alma, porque me siento culpable, me hago reproches a mi y a mi madre. Y me odio porque deje que mataran a la única personita que me había hecho tan feliz. Para terminar, les aconsejo a todas las que estén embarazadas que sí su embarazo no corre ningún tipo de riesgo y tampoco fue producto de un acto delictivo, como lo dice la ley, no lo hagan, sigan adelante que es mejor tenerlo y no cargar con el peso que trae saber que permitiste que asesinaran a tu pequeño hijo, que no tuvo la culpa y tampoco pidió nacer. Y así también le acabaremos el trabajo a todos aquellos que se prestan a matar una vida.

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